El próximo 23 de enero, en el Centro Saulo, se realizará el XIX Encuentro Diocesano de Comunidades Eclesiales de Base(CEBs.)
El origen remoto de estas pequeñas comunidades eclesiales está en la determinación del primer Obispo de Torreón, Dn. Fernando Romo Gutiérrez, quien en compañía de unos ocho presbíteros locales, acudió a Guadalajara para participar en un curso de capacitación, en noviembre de 1970, impartido por el P. Andrés Vela.
Por entonces se dieron varios esfuerzos de tentaleo. Luego vinieron tiempos difíciles que afectaron a la sociedad y a la Iglesia , pero después del VII Congreso Nacional Misionero, celebrado aquí en Torreón, el equipo sacerdotal Nazas-Aguanaval, implementó un proceso de capacitación con campesinos y pobladores de las colonias periféricas de Torreón. Se llegaron a tener estudios intensos hasta de un mes.
Resultado de aquellos cursos, las CEBs., se organizaron en las parroquias de Matamoros, Concordia, Francisco I. Madero, La Unión ; además, en las colonias de la periferia del oriente de Torreón, la Col. 1°., de Mayo, Col. Aviación. En el año 1983 se celebró el IX Encuentro Nacional de CEBs., en Torreón, con pleno respaldo del episcopado mexicano, participando ocho obispos y el presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, Dn. Sergio de Obeso, en ese tiempo Arzobispo de Xalapa. Bajo el cobijo del clero diocesano, se realizaron varios encuentros de la Región Pastoral Norte, teniendo como sedes las parroquias de Matamoros y de Cristo Redentor del Hombre.
Cuando la Diócesis elabora el Plan Diocesano de Pastoral 1988-1992, las CEBs., aparecen con carácter oficial, y como “nivel de Iglesia”. Fue necesario expresarlo así, dado que no faltaban algunas desconfianzas, sobre todo entre presbíteros, ya que algunos las consideraban como movimiento y como contrarias a la Jerarquía católica.
Para el año 2,000, el P. Roberto Oliveros, párroco de San Judas, crea CEBs., en dicha parroquia y se aumenta el número. Actualmente las CEBs., están en más de treinta, de las cincuenta parroquias de la Diócesis.
Son pequeñas y regularmente se reúnen una vez a la semana para leer la Escritura , meditarla y aplicarla a la realidad social donde cada comunidad vive.
Toman lo más antiguo del Nuevo Testamento(Hc. 2, 42-47). Al mismo tiempo, viven lo más novedoso del Concilio Vaticano II, de Medellín, Puebla, Santo Domingo, Aparecida, que son los documentos orientadores de la Iglesia en América Latina.
Fonte: Milênio.com
Nenhum comentário:
Postar um comentário